Querrán detenerme si digo que te echo de menos,
que necesito pintar hectáreas con sueños que solo sean
nuestros,
que entenderé las incursiones y asombros del exterior,
los viajes y las jornadas,
las noches que se parecen a las de antes,
aquellas frías
en que los miedos aterran tanto
que necesitaría abrazos,
en que los miedos aterran tanto
que necesitaría abrazos,
y voces,
y notas,
y un nuevo paisaje irreal al abrir las ventanas,
y un paraíso inmortal.
Y me dirán que me aferro,
y adoptarán un código
para penalizar la tristeza,
y castigarán la
pasión,
y me prohibirán sentir.
Y querré alcanzar tu voz,
y tendré que moderarme,
y querré fusionarme en tu regazo,
mientras vuelo,
y tendré que ahogar el sentimiento.